Al abrir esta nueva era de gestión administrativa, mi gratitud se dirige al Padre Eterno, ya que, por su voluntad y gracia divina, me permite retomar el cargo como alcalde de mi amado municipio de Amatitlán.
Con mucha humildad y sinceridad, agradezco el apoyo de miles de vecinos y simpatizantes de este proyecto de transformación, que ya evoluciona y que pertenece a todos los amatitlanecos.
Desde mi función como alcalde y administrador de los bienes y recursos de este municipio, he sentido la responsabilidad de trabajar por el beneficio de todas las comunidades. Por ello he dedicado estos pasados cuatro años, a la construcción de significativas obras físicas, así como proyectos sociales que actualmente están brindando beneficios de gran alcance colectivo y nos aseguran un mejor futuro.
Mucho antes de asumir este honorable cargo, comencé a fortalecer las estructuras educativas, consciente de que, para progresar, toda sociedad necesita tener acceso a los sistemas de enseñanza en condiciones dignas e idóneas.
Comprendiendo este hecho, durante el año 2011 esta administración, ha reconstruido, ampliado y mejorado, más de veinte establecimientos públicos en todos los niveles y en todas las comunidades de Amatitlán. Tuve la grata satisfacción de inaugurar en julio, la Escuela de San Patricio, la cual se localiza en el camino que conduce hacia aldea Las Trojes.
Este centro educativo vino a convertirse en símbolo de la determinación y voluntad en medio de una tragedia natural que arrastró el edificio entre lodo y arena en el 2010. Gracias a los maestros, vecinos, representantes del Ministerio de Educación y la alianza efectiva de la República de Japón, mi administración gestionó de común acuerdo con todos ellos, devolverles a los estudiantes y maestros de este sector, un lugar seguro y digno para continuar el proceso de enseñanza aprendizaje.
De igual forma esperamos inaugurar en los primeros meses del año 2012 la Escuela de Colonia El Pedregal, ubicada en la comunidad rural de Agua de las Minas. Atendiendo las necesidades elementales de los amatitlanecos, se ha trabajado en la conducción apropiada de aguas servidas, con la implementación de sistemas modernos y funcionales para el drenaje domiciliar, en varios sectores del municipio.
En zonas en donde nunca había existido la posibilidad de contar con agua potable, hemos facilitado la perforación de pozos, el equipamiento para absorción y la conducción de tuberías hacia los domicilios. Este ha sido un año de intensa actividad política y sin embargo no descuidamos en ningún momento, las planificaciones que gracias a Dios logramos ejecutar con éxito.